Con la ayuda de detectores en el desierto de Utah, la colaboración internacional Telescope Array ha registrado el segundo rayo cósmico más energético conocido hasta ahora, bautizado con el nombre de la diosa del sol en la mitología japonesa, Amaterasu. Su fuente podría estar en los fenómenos más energéticos del universo o en escenarios exóticos más allá de la física que conocemos.
Un rayo cósmico o partícula extragaláctica de alta energía ha llegado desde el espacio a la superficie de la Tierra, pero no se sabe de dónde procede ni qué es exactamente. Aunque parezca ciencia ficción, este fenómeno ha ocurrido y lo ha registrado un equipo internacional de investigadores.
Los llamados rayos cósmicos de ultra alta energía son excepcionalmente raros: pueden alcanzar más de un exaelectronvoltio, que es aproximadamente un millón de veces más que lo que alcanzan los aceleradores de partículas más potentes fabricados por el ser humano.
Crédito: SINC