Cuando los pulpos duermen, sus tranquilos periodos de letargo se ven interrumpidos por breves estallidos de actividad frenética. Sus brazos y ojos se agitan, su respiración se acelera y su piel destella con colores vibrantes.
Ahora, investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa en Japón (OIST), en colaboración con la Universidad de Washington (EE UU), han examinado de cerca la actividad cerebral y el patrón cutáneo de los pulpos (Octopus laqueus) durante este activo periodo de sueño y han descubierto que se asemejan mucho a la actividad neuronal y al patrón cutáneo observados cuando están despiertos.
En los mamíferos, la actividad similar a la de la vigilia también se produce durante la fase de movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés), en la cual se producen la mayoría de los sueños.
Crédito: Agencia SINC.