Un grupo de expertos de universidades y centros de investigación internacionales analizan las interacciones en red local de los artefactos de Internet de las Cosas y las aplicaciones móviles. Demuestran que existen riesgos derivados de la creciente prevalencia de dispositivos opacos y técnicamente complejos.
Los hogares inteligentes están cada vez más interconectados y comprenden una serie de dispositivos que van desde teléfonos y televisores inteligentes hasta asistentes virtuales y cámaras de circuito cerrado de televisión.
Estos dispositivos tienen sensores como cámaras, micrófonos y otras formas de detectar y monitorizar lo que ocurre en nuestros espacios más privados: nuestras casas. Pero, la cuestión es: ¿se puede confiar en que estos dispositivos están manejando y protegiendo de forma segura los datos sensibles a los que tienen acceso?
En realidad, descubrimos que los dispositivos inteligentes están traspasando ese velo de confianza y privacidad.